La obsolescencia vertiginosa que sufren nuestras aportaciones a las redes sociales, donde todo el mundo CREA, e incluso paga para que sus presentaciones, o fotografías aparezcan en primer lugar en el buscador, nos lleva a que: Si uno hace un comentario sobre un "silly post" como yo los denomino, y no se sube inmediatamente a las redes, eso queda sumergido en cierto vacío sin fondo, donde mañana mismo ya no habrá manera humana de repescarlo.
En cuanto a este silly post, diré que en su momento olvidé de crear un hipervínculo.
Ahora, sólo me quedan estas pistas: Mis comentarios, uno por uno a cada punto que aparecía en la presentación power point, posiblemente creada allá por las Américas, en un español que más que dejar de desear, me arranca la sonrisa muchas veces.
Nos queda este consuelo. Quien fuera que fue que quiso animarnos, y nos regaló semejante PRESENTACIÓN gazmoña, no sé si consiguió su propósito.
¿Nos animó, haciéndonos ver la suerte que tenemos, aún cuando la humanidad en su conjunto está perdiendo derechos y calidad de vida a cada día que pasa?
A mí, desde luego, más que animarme me revolvió, me revolvió los circuitos. Y estas fueron mis respuestas:
1-Tengo un techo mientras otras
personas viven amenazadas por un desahucio.
2- Hoy he comido; pero posiblemente
tendré que ponerme a dieta.
3-Creo que tengo buen corazón; pero pocos lo saben.
4- A todo el mundo le deseo cosas buenas hasta el punto de que a buena parte
de los que gobiernan no les deseo ni el mal que merecen.
5- Tengo agua no
limpia, si no que se ha limpiado (hay demasiada contaminación).
6. Absoluta
verdad, pocos; pero los necesarios se preocupan por mí.
7-NO, no puedo
perdonar mientras esas dos o tres personas que me hicieron daño no se dejen.
(Esta es la paradoja que a nuestra religión le quedó por explicar.)
8- Tengo
demasiada ropa, y no quiero que media vida se me vaya haciendo la colada. Me
niego a estrenar ropa cada temporada. La industria de la ropa ensucia más que
nada ése agua limpia que otros tenían y ahora no tienen: miles de ríos son
bastamente contaminados por esa industria.
9- Tengo fe, todavía. Menos mal.
Y
10-
Respiro, y mientras Dios me dé un hálito de vida, tendré fuerzas para denunciar
la injusticia, ese desbarajuste organizado por la estupidez humana.
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