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Recuerdo de facebook. Hace 5 años compartí este autorretrato pintado en 1998.





   Hace 20 años tenía yo todavía esta cara. Pero ya pintaba canas. Tuve que oír juicios como estos: "Sí bueno, te pareces; Pero no te has pintado las canas". " Está claro que te ves a ti misma con buenos ojos. Estás como idealizada." "Tienes ojos de posesa." Estos son comentarios de gente que me importaba. Nadie vino y me dijo " Quiero que me pintes un retrato" -Salvo Celia, la mujer de Valentín Pablos- Yo estaba en la ruina, como siempre, y ansiando que me saliera algún encargo si quiera. Pero supongo que poca gente pensaba que podía pagarlo. Estuvo expuesto. Y mucha gente lo vio. Era una manera de promocionarme, un reclamo para a ver si alguien se animaba y me compraba un cuadro. No era narcisismo. No era egolatría. era NECESIDAD. " Pero la perspectiva del brazo está como un poco rara ¿No?" Me dijo un perfeccionista. "Yo creo que has cargado demasiado de pintura en las mejillas, o igual es el pigmento que has usado que no es muy natural; parece como si tuvieras un golpe." Me dijo otra persona también muy perfeccionista..."Pareces una niña". ¡Es que parecía una niña! Quizá por eso nadie me tomó nunca en serio, ni como mujer, ni como artista.
" Cuando una mujer se pinta a si misma un autorretrato con esta edad es por miedo a perder su hermosura y lozanía. Así queda memoria de la belleza y la juventud". Me soltó en la cara, con toda la mala baba, un admirador espontáneo que me salió por aquella época, y que decía que me amaba
    
   "¿Qué haces? ¿No sigues pintando Aparición? _ Me preguntó Montse Villanueva unos años después, una pintora de carrera, y una artista en toda regla. "Últimamente, ya no tengo ganas de pintar." Le dije. "Vi tu retrato. Es muy bueno. No lo dejes. No dejes de pintar, porque tú eres buena." Afirmó.... Pero llegó demasiado tarde. Cada vez que he intentado mover una mínima cosa en esta vida, o dejar mi huella, como se dice ahora, he revuelto los monstruos de tanta gente a mi alrededor, de tanta envidia, de tantas críticas a mala leche, esos gritos ahogados que en el fondo te están diciendo NO PINTES. TÚ NO TIENES DERECHO A CREAR. TÚ ERES UNA POBRE PRINGADA COMO TODAS. etc, etc etc... Que sinceramente me rendí, Sinceramente, pudieron conmigo.

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