Este no es un cuento chino; pero me dijeron que tenía un corazón de metal, y entre los cuatro elementos: agua, tierra, aire y fuego me quedé con el núcleo, y ese núcleo es lo que los chinos cuentan como un elemento más. Los chinos dicen que el metal atrae hacia sí todo lo débil, por eso creo que me pasa a mí lo indecible. Porque cuando lo débil cae en un campo de fuerza entonces todo lo débil acaba gravitando entorno al núcleo. No sé si me explico. Ni soy chino, ni soy kepler, y ni siquiera me gusta esa historia de la astrología.
Pero es que no sé cómo explicar mis problemas de otra manera.
Supongamos que yo soy La tierra. Y si lo débil gravita siempre en torno a lo fuerte y hasta incluso puede darle tiempo a lo débil de dibujar dos o tres elipses de traslación al rededor de lo fuerte al tiempo que va rotando sobre si mismo, o sí misma, porque yo os hablo de ella, sí, de La luna. Pues lo fuerte no puede impedirlo. Porque todo se resume a la física, y contra las fuerzas de la naturaleza no se puede luchar señor mío. Ya lo decía Newton. Creo que ahora ya se me empieza a entender un poco. Pues eso. la Luna unas veces me da la cara y otras la espalda. Y ya me está poniendo nervioso.
Soy hombre; Pero soy Tierra porque soy Tauro.
_ ¿No decía usted que lo de la astrología ni le va ni le viene?
_ Quiero decir, que sigo siendo escéptico. Simplemente.
_ ¿Sabe porqué está usted aquí?
_ Ni idea. No les digo que yo no creo ni en Taróts ni en lo que me van a deparar los astros ni en memeces semejantes. Acaso, creo en la astronomía y en la ciencia, y sólo un poco. Porque yo soy escéptico de verdad. Por eso les decía que no soy Kepler. Ya saben, el de la ley de gravitación interplanetaria. _ El hombre sentado en la silla con sus obesas nalgas colgando por los lados soltó un risa de circunstancias. Era sargento de policía; pero ni idea de quién era kepler. Aquel maricón le estaba ya empezando a cargar. Sudaba; Pero es que hacía calor y era gordo.
_ ¡En fín!_ suspiró el marica percibiendo cierto malestar en quien dirigía la tanda de preguntas-_ No me hagan ni caso.
_ ¿Qué más quisiéramos que no tenerle que hacer caso? Habla usted mucho. Pero está aquí porque se le ha convocado a esta entrevista con objeto de la investigación que estamos llevando a cabo.
_ Y yo quiero ayudar. Quiero ayudar.
_ Pero intente ir al grano de lo que se le pregunta.
_ Nada más quería dar un ejemplo de ¿cómo se dice? Psicología. Ustedes creerán en la psicología. Un policía tiene que tener psicología ¿o no? Y yo justamente como frenólogo, anatomista y fisiólogo creo que podría echarles una manita, quiero decir, ya que me han llamado...Siempre estoy de lado de la justicia. ¿saben?
El inspector encargado de la entrevista suspiró profundamente mientras estiraba la espalda en el respaldo desdoblándose como un metro de carpintería y creciendo casi una cuarta.
_Vidente del Retiro. Paseo del estanque.Usted ha leído mucho ¿verdad? O simplemente intenta tomarnos el pelo.
_ ¡Pero oiga!_ se defendió el Tauro Tierra de Metal._ ¡Yo! ¡Yo tengo un oficio tan digno como el de cualquiera!
_ Pero no cree usted en las cartas.
_ ¡Yo no he dicho eso! He dicho que no creo en el Tarot. Yo leo la fisonomía de la persona.
_ Un charlatán como todos. A mí me parece que a este le vamos a tener un buen tiempo a la sombra hasta que suelte prenda._ Esto fue lo que dijo el inspector policía mientras le echaba una mirada cómplice a un oficial que había por allí.
_Y nunca le ha ha dado por leer novela policiaca...
_ Me gustan las curiosidades. Y estoy al tanto de todo lo que viene en la prensa ¡naturalmente! Mi pareja es dueño de un quiosco.
_ Ya. Y ¿Recordará usted que no hace mucho, no lejos de donde tiene su maromo de usted su quiosco, apareció un taxista dentro de su coche, asesinado a bocajarro?
_ Ya le he dicho que me sonaba. Pero a mí esto me suena que pasó hace ya bastante, casi, casi un año.
_ Entonces mi segunda pregunta es: (Se la voy a repetir) Cree usted que nuestra catedrática de geología, a punto de jubilarse ¿podría tener algo que ver con un crimen?
_ Esa señora es incapaz de matar a nadie, oiga. Y como mucho si quisiera quitarse a algún moscón de en cima cogería una piedra ¿no dice usted que es catedrática de geología?
_ ¿Vamos a dejarnos de chistecitos?
_ Perdone._ Interrumpió el amanerado respondiendo con seriedad honorable; Y mostrándose con ello muy, muy heterosexual._ A mi un asesinato horrendo no me hace ninguna gracia. Yo conozco a esta señora de la que hablamos porque me compra el periódico de La razón desde que salió hace 18 años. Antes me compraba el ABC. Y no, no he notado nada sospechoso en ella. Nada más que, como le decía antes, unas veces me da la cara, y otras la espalda.,.
_ No. No me empiece otra vez con el tema.
_ Cuando me ve en el quiosco me saluda muy atenta_ Suelo abrirlo yo, el quiosco, ya saben, y estoy hasta las once, pues sí, más o menos hasta esa hora, siempre que sea entre semana. Pero lo que no me gusta es que se haga la sueca cuando pasa por delante de mi mesita emplazada en el retiro, cerca de la plaza al monumento del Ángel caído. Ese monumento me inspira. Incluso escribí ´some lyrics´( Me dedico también a escribir letras para canciones) ´Todos los ángeles_ empieza a cantar en plan drag queen._ Todos los ángeles
caídos del cielo
caídos del cielo
van de cabeza
y de seguido al infiernoooooo.
El sargento gordo se levanta de la silla para reírse a gusto en un rincón. El inspector se deja encoger esta vez y acaba acurrucándose en el respaldo como si quisiera volverse al seno del sentido común, también conocida como la madre de las paciencias.
_ Ella suele hacer entonces como si no me conociera. Y mi trabajo consiste justamente en ayudar a la gente; En fin, por muy catedrática que sea siento que no entienda mi especialidad. Hay universidades sin embargo, en el extranjero, donde se imparten cursos y masters en atonomía y frenología., lo mismo que mindfulness.. Do you know what mindfulness is?. Dios ayuda a quien se ayuda. Luego sin embargo, por la mañana me viene a buscar el periódico como ¡ Como si me conociera de toda la vida! ¿Sabe lo que quiero decir?_ Exclamó el hombre menudo, linfático, de papada rechoncha, muy belludo y de facciones plácidas y sibilinas, ademanes mujeriles y voz atiplada._ Un día tuvimos una fuerte discusión porque su perrito me echó la meada en uno de los expositores y me hizo perder una buena tanda de revistas, el Interview entre ellas. Claro, que me las pagó. Así, que de eso a que yo me tome ahora la revancha y aproveche a que la mujer se ha visto no se sabe cómo envuelta en este feo asunto.
_ ¿Y usted qué quiere si tenemos testigos de haberla visto con el arma del crimen en la mano? Y ahí están sus huellas.
_ Pero si hubiese sido ella la asesina no iba a ser tan tonta de pasearse por El retiro con una pistola en la mano a las once de la mañana._ Conjeturó el sarasa._ Yo, yo, yo creo que esta señora tiene un trastorno bipolar, o una depresión o algo de eso; Y eso le ha hecho reaccionar de forma desmañada. Hay una teoría que explica muchas torpezas de esas, y accidentes incluso , lo llaman suicidio...¡ Suicidio inconsciente! Esa mujer está muy sola. Sólo hay que verla. ¡Y no la quiere nadie! Además sus alumnos seguramente la odiarán. Estará deseando jubilarse. ¿Porqué se creen ustedes que se ha hecho de un perrito? ¡Buenas ganas de complicarse la vida! ¡Yo en su lugar me hubiera echado un amante! Pero no creo que haya matado a nadie. Además ¿de qué iba a conocer ella a un taxista de pueblo que ni siquiera era de Madrid?
_ Y....¿Cómo sabe usted que el taxista no era de Madrid?
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