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Mostrando entradas de agosto, 2015

Como cada noche. Blues de Seres de la Charca.

El noble hombre de la basura.

VICISITUDES DE UNA DIÓGENES DE HOY EN DÍA    CAPÍTULO III    No es lo mismo ser basurero que hombre de la basura. Hombres de la basura son los que van en el camión, desde el conductor a los auxiliares que van a la parte de atrás, ahora enganchando los contenedores, antiguamente cogiéndote el cubo, vaciándolo de desperdicios, y devolviéndotelo después. Hay que tener pericia para eso. Mi hombre de la basura era joven alto y rubicundo, su color era rojo como si estuviera dándole el sol todo el día, y no lo entiendo porque poco sol, sólo la luz de los crepúsculos, recibía. Su jornada laboral, como la de cualquier hombre de la basura en cualquier parte del mundo, empezaba con el crepúsculo de la tarde, y acababa con el de la mañana. Y así me lo imagino: Llegando a casa, dorado su pelo rubio con los primero rayos del sol, acariciados por los largos, rosados y tiernos dedos de la aurora, como diría Homero, y dejando detrás el olor pestilente. El mono verde y las bota...

La basura y yo... Y el caso del militar, y la mesa que no era de Ikea.

VICISITUDES DE UNA DIÓGENES DE HOY EN DÍA CAPÍTULO II   He de confesar que desde la niñez me ha encantado el cambiar las cosas de sitio, y  puede que me haya pasado un poquito, lo reconozco, haciendo pensar a mi pobre madre_ primera víctima_ que sufría de desmemoria precoz. Si embargo hay algo en mí, algo que no puedo evitar  que hace que nunca me conforme con la ubicación de los objetos de mi entorno. Con cuatro años sacaba los colchones de lana de las camas y los arrastraba hasta el balcón para a sí ver la calle desde mi posición predilecta, echada. A los  siete años no es que sacara de quicio a mi madre, ¡es que sacaba  las puertas del quicio! Luego la echábamos sobre el suelo y nos subíamos a ella y nos balanceábamos mi hermana y yo para uno y otro lado por efecto de la manilla, y jugábamos a que estábamos en una barca en alta mar. Creo que mi madre me odia todavía por aquellas movidas que me traía en la infancia.   Luego está mi hijo el militar_ ...
                                                  LOS OBJETOS Y YO Y es que la mesa no era de IKEA    Luego dicen que tengo ¨Diógenes", según la manera coloquial a la cual la gente del común se refiere a ese trastorno conocido como la manía de acumular objetos. Confieso que desde la niñez he tenido esa obsesión de cambiar las cosas de sitio, como si nunca estuviera conforme o satisfecha con su ubicación. Mi pobre y abnegada madre puede dar testimonio de cómo durante tantos años temió estar sufriendo de desmemoria precoz; Pero no, no era su memoria lo que fallaba, es que yo ¡le había cambiado lo que buscaba, de sitio!   Y sin embargo yo siento, a estas   alturas, que ya es hora de poner orden en mi vida, lo que es lo mismo que ordenar mi espacio. Pero el problema es que ese espacio es un espacio compartido con segundas y tercera...

VICISITUDES DE UNA DIÓGENES DE HOY EN DÍA

                      VICISITUDES DE UNA DIÓGENES DE HOY EN DÍA  CUENTO EN TRES CAPÍTULOS.                                                                                                                                 EL CASO DEL MILITAR Y DE LA MESA QUE NO ERA DE IKEA  Mirad, fijaos, os lo digo porque no miráis la cantidad de residuos que generamos hoy en día.Y lo que más me encorajina es que tanto a mi como a otras personas que nos preocupamos por dar salida a tanto plástico y papel, y ropa y zapatos desechados, y envases, y más envases nos miren como si estuviéramos locos, y en familia nos traten...