De "Rubia pelucona" a "Morenez entre las perlas": mi unicanieta cambiante y siempre revuelta es: "La Pipumbita perfecta". Por cierto, "Ella " sí le puede hablar ´cuqui´ a su papá, y yo no le puedo hablar ´cuquí ´a la niña, porque según "Ella ", que se va haciendo MAYOR para lo que quiere, yo no hago más que hacer el ridículo. Incluso me ha prohibido que le hable delante de sus amigos porque le da vergüenza-ya tiene siete años que parecen doce- No se fía un pelo de mí, y quizás hace bien aunque yo sea su abuela-. Ante todo respeto, y nunca insistirle a un niño en darle un beso a la abuela si no le da la gana. Pero tendría que explicarle que el lenguaje ´cuqui´ como ella lo define, es sólo un código de complicidad, que no hace falta compartir en público.
Opinión mucha. Literatura poca. Opinar es a veces poner mal rollo. Con la literatura intento resarcirme de la lucha que supone cada día el uso de la palabra en este país. Perdonadme mis comentarios si son hirientes. Los cuentos, las novelas incompletas, las poesías. salen de un banco, de un arcón lleno, de muchos años, y de mi ilusión por emocionar y emocionarme, cualidad que intento cuidar cada día